NIKOS GALLIS. EL MITO HELENO

Una autentica máquina de anotar.

Nikos Gallis rondaba los 180 cm, pero su potente salto y su gran facilidad para anotar le han convertido en una de las figuras del baloncesto europeo de todos los tiempos, un KILLER. Con el balón en sus manos era capaz de cualquier cosa, y en el uno contra uno, era sin duda uno de los jugadores más dificiles de sujetar. Nació en New Jersey el 23 de julio de 1957. Hijo de inmigrantes griegos, empezó a jugar al baloncesto a los 13 años, en una high school norteamericana. Había llegado a los EE UU cuando sólo tenía seis años, junto con su madre y sus tres hermanos.

Su etapa universitaria se desarrollo en Seton Hall. Allí se convirtió en un gran jugador, anotando una media de 27.5 por partido., sólo superado por Lawrence Butler de Idaho State (30.1) y Larry Bird de Indiana State (28.6)

Nikos "The Greek" Gallis.

Gallis fue seleccionado por los Boston Celtics en la cuarta ronda del Draft de 1979, en el número 68. La franquicia también se habían llevado a Larry Bird. Lo veían como un gran complemento del rubio. Pero en el peor momento, Gallis se lesionó en el campus de verano y, a dos semanas de su vuelta, se encontró con que los Celtics habían fichado a Gerald Henderson para ocupar su lugar. Tras esta grave e inoportuna lesión sufrida en el campus de entrenamiento de los Celtics, la franquicia no estaba dispuesta a ofrecerle un contrato largo. No podían arriesgarse a una posible recaída de la lesión. Fue entonces cuando Gallis decidió seguir su carrera profesional en Grecia. 

Vaya parejita que formaban estos dos, inolvidables.

No le fue mal al joven griego-americano … jugó en la posición de escolta y pasó la mayor parte de su carrera en el Aris Salónica junto con Yiannakis y un joven Fasoulas (lograron ganar 81 partidos seguidos!!), su última temporada con el Panathinaikos sólo se debio a su deseo de conquistar la Copa de Europa. Durante estos años se rumoreó con su fichaje por el Real Madrid, recordar que fue una de las bestias negras del Barcelona, y posteriormente también surgió el rumor del interés por parte del Forum Valladolid. Tampoco se concretó y los pucelanos ficharon a Sabonis.

Ganó 8 veces la liga griega: 1983, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1990 y 1991. Además ganó en 7 ocasiones la copa griega: 1985, 1987, 1988, 1989, 1990, 1992, 1993 , también varios títulos a nivel individual como 4  MVP de la temporada regular y 11 veces máximo anotador de la liga (32,8 puntos de media en toda su carrera). En competiciones europeas no tuvo tanta suerte, llegó a la final de la Copa de Europa en cuatro ocasiones, tres consecutivas con el ARIS (1988-90), y otra con el Panathinaikos (1994) pero nunca consiguió hacerse con el título, aquellos equipos griegos no contaban con el potencial económico de estos últimos años, aunque de algunos bolsillos ya empezaban a rebosar dolares… pese a sus imponentes actuaciones el resultado final nunca le sonrió.

Felicitando a Drazen?

Pero Gallis pudo disfrutar de mayor gloria cuando defendia los colores de la selección griega. Pocas civilizaciones fueron tan belicosas como las polis griegas y el Eurobasket de 1987, su Eurobasket, no fue muy distinto. el Palacio de la Paz y de la Amistad del Pireo fue el campo de batalla donde un joven duo formado por el dios Gallis junto con Yiannakis conquistaron para la humilde selección griega el oro del basket europeo tras vencer a base de épica a las míticas selecciones de Yugoslavia (Petrovic, Divac, Kukoc…) y en la final con la invencible URSS de Volkov, Marculionis y Valters a los que machacó con 40 puntos. Fue nombrado mejor jugador del torneo y formó parte del quinteto ideal. Anotó 296 puntos con un promedio de 37 puntos por partido. Basta decir que su peor partido, fue contra España, el bueno de Gallis anotó “sólo” 35 puntos.

Los griegos en pleno éxtasis.

También participó en 4 Eurobasket más: 1981 Checoslovaquia, 1983 Nantes, 1989 Zagreb y 1991 Roma. Fue 4 veces máximo anotador: 1983 (33.3 puntos por partido), 1987 (37.8 pp), 1989 (35.6 pp) y 1991 (32.4 pp). Otro “borrón” de su carrera fue el hecho de que no consiguió jugar ninguna Olimpiada a pesar de haberlo intentado en tres ocasiones. Sin embargo, el Comité Olímpico Griego no dudó en elegirlo como último relevista de la llama olímpica en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. 

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NICOS GALLIS

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